Ansiedad por separación

Todos sabemos que cualquier cachorro necesita una buena educación. Es muy importante que acostumbremos al cachorro a asimilar y pasar nuestra ausencia, durante ciertos periodos de tiempo, con normalidad, para que comprenda que esto no significa que lo hayamos abandonado. Esto realmente un perro puede comprenderlo enseguida. Te proponemos un sencillo ejercicio que debiera iniciarse a los dos días de haber adquirido el cachorro. Hay que comenzar con una primera separación de unos cinco a quince minutos, ya sea cambiándonos de habitación o incluso saliendo. Es importante que el cachorro esté tranquilo y despierto y , lo más importante,que note que nos vamos y regresamos sin preocuparnos de él. Es decir, las salidas y llegadas tenemos que separarlas de cualquier tipo de ceremonial, para que el perro comprenda que constituyen un hecho normal y cotidiano, por ello, siempre que nos vea salir sin despedirnos comprenderá que se trata de una salida habitual de poco tiempo. Una vez que estemos fuera, si notamos que el cachorro gime, no debemos entrar enseguida, es mejor esperar un poco como técnica de adiestramiento, de modo que cuando parezca que cesa de llorar entraremos. Si notamos que el perrito no para de llorar, entonces es mejor que entremos en casa, repitiendo el ejercicio pasada una media hora. Poco a poco podemos ir alargando las salidas, siempre llegando antes de que el perro empiece a gemir y se ponga nervioso. Repitiendo varias veces el ejercicio el perro se irá acostumbrando con normalidad y bastante rapidez a las ausencias de su dueño, ya que tomará nuestras salidas como un hecho natural que no suponen ningún efecto extraño o negativo para él, salvo la falta temporal de compañia. De todos modos, te recomendamos que no abuses de las ausencias, pues un perro debe ser atendido cotidianamente, porque aunque se le haya adiestrado siente la ausencia de sus seres queridos.

Fuente: Paula Rodríguez Morán . Perro & Compañia N166 AñoXV